Este proyecto, comenzado por Frank Lloyd Wright en 1954, se sitúa en el suburbio residencial de Elkins Park, al norte de Filadelfia. El edificio se coloca mostrando la entrada a la calle principal, reforzando su presencia monumental con su singular forma de carpa realizada con materiales industriales y una cubierta translúcida de doble capa de vidrio y fibra de vidrio. La estructura que sostiene y da forma al edificio es un gran trípode de acero y hormigón cuyos brazos se remarcan en el exterior con un forro de cobre, alcanzando el conjunto una altura de 30,5 m. sobre una base triangular inscripta en una circunferencia de 47 m.
Su programa funcional se distribuye en dos niveles. Desde la entrada, situada en un nivel intermedio, se pasa al espacio principal compuesto por una única sala de culto con capacidad para 1000 personas, en la que los asientos se distribuyen siguiendo la pauta de las formas triangulares de la planta y ordenados en torno al eje que va desde la puerta de entrada al altar (este-oeste). El nivel inferior es una planta totalmente simétrica según el eje este-oeste y allí se sitúan otras dependencias y servicios. Un vestibulo central da acceso a dos salas, de hombres y de mujeres, colocadas simétricamente y a una capilla más íntima con capacidad para 200 asistentes, coincidiendo la posición del altar con el de la planta superior.
Esta obra queda enmarcada por dos procesos. Uno tiene que ver con la serie de edificios destinados al culto que Wright inicia con la Unity Church (1904), dentro de la cual encontramos la inmensa Catedral de acero, proyectada en Nueva York en 1926 y que pese a su tamaño (300 metros de altura), es un claro antecedente formal de la sinagoga.
Otro se relaciona con la activa colaboración entre el rabino Cohen y Wright en cuanto a los argumentos y mecanismos puestos en juego por el arquitecto norteamericano para satisfacer el programa simbólico hebreo utilizando un lenguaje contemporáneo. La estructura de planta hexagonal, presente en otros edificios de Wright y en los ornamentos de Sullivan representa dos manos unidas formando una concavidad –presumiblemente la mano de Dios que acoge a su “pueblo elegido”-, las tablas de la ley quedan representadas por el basamento de hormigón del edificio y las siete espinas que sobresalen de las aristas exteriores simbolizan las siete llamas del Menorah. Por otro lado, la cubierta piramidal y luminosa simboliza al Monte Sinaí, lugar de la revelación divina a Moisés, cuyas emanaciones son recordadas también por la colorida escultura triangular suspendida del techo en el interior de la gran sala.
Resuelta la experiencia, Wright vuelve sobre la serie de edificios religiosos, resolviendo espacios para otras confesiones como la Annunciation Greek Orthodox Church (1956) y la Trinity Chapel (1958), proyectos en los que la iluminación cenital, los trazados derivados del círculo o el triángulo o la aparente suspensión de las masas en el aire se combinan en distintas proporciones. Pero será la silueta de esta “montaña de luz” la que con mayor insistencia permanezca en las últimas visiones en perspectiva de Broadacre, su utopía más prolongada.
(FAP)
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